• Mejor absorción de nutrientes
La fermentación activa las enzimas que descomponen los fitatos, que reducen la absorción de minerales. Por lo tanto, el organismo absorbe más fácilmente las vitaminas y los microelementos.
• Regula el azúcar en sangre
La fermentación y las fibras reducen el índice glucémico, por lo que el nivel de glucosa aumenta más lentamente después de las comidas.
• Salud intestinal
Aunque la mayoría de las bacterias se destruyen durante la cocción, las fibras y los polifenoles restantes favorecen los microorganismos intestinales beneficiosos.
• Mejora la digestión
La fermentación prolongada descompone parte de las proteínas, incluido el gluten, lo que facilita la digestión de los alimentos y los hace aptos para personas más sensibles.
• Sensación de saciedad y protección cardíaca
El mayor contenido de fibra y el apoyo al microbioma pueden reducir los riesgos cardiovasculares.
